«Desde el cielo de mis ancestros»

Así se ve la Tierra desde el cielo de mis ancestros. Alta y plana hasta que se desploma en busca de dos ríos que se buscan y se entienden. El más pequeño paga su tributo al grande. Se hacen uno sobre lecho de arena. Coronando el cerro perfectamente cónico, un castillo certifica el encuentro.

Hay una gigantesca paleta de color bajo el pincel de los chopos. La sierra se proyecta clara en el azul de los tiempos. Ladra un perro y el silencio le responde. Hay un eco que se estrella contra la piedra caliza.

Arriba, el horizonte se aplana y despierta el sol sobre una línea recta. La Alcarria se estira y bosteza. Engendra manantiales en las costuras de la piedra. La Alcarria se eleva hasta quedar suspendida en el cielo más limpio. La nube, blanca y opaca, se multiplica hasta el infinito. En un mar de aire callado y lento, el algodón navega a los cuatro vientos. Aquí acaba el mundo y se detiene el tiempo.

Óscar Ortego

Así se ve la Tierra desde el

cielo de mis ancestros